Campbell (Primer Episodio)

Quiquirillaaa grito alguien y habia que correr. Buscar un escondite , escapar de las garras del opresor que no tardaria en alcanzar su presa . Correr era la consigna , encontrar un refugio lo antes posible. La velocidad no era mi fuerte , pero pocos conocian aquella manzana mejor que yo. Azoteas conectadas, patios internos, pasadillos profundos escondidos tras arboles que conectaban a plantas altas mediante alguna escalera o latas superpuestas en forma de piramide . Conocia los accesos a todos los submundos de esa manzana. La propiedad privada jamas me detuvo aun habiendo tenido encontronazos con aquellos defensores implacables, eso animales territoriales que habitaban aquellos rincones. Pablo , Felipe , German y yo teniamos una reputacion que cuidar y no estabamos dispuestos a perder . Que atrapen a Ale , Carlitos el gallego y la gorda Veronica como siempre. Si alguna vez perdi fue unicamente por curiosidad , para saber que se siente ser aquella criatura que acecha y asi de paso poder investigar si algunos de los fugitivos sabian como acceder a los laberinticos caminos que conducian a mis escodites . Al menos esa era la excusa utilizada en ese entonces para argumentar mi derrotas. El Quiquirilla era una version mejorada de las escondidas con un salpicon de suspenso y muchas estrategias desplegadas en el campo de batalla. Dos cazadores rastreando a no menos de una docena de salvajes que se escabullian entre las casas de aquella manzana montevideana . Campbell , Poey , Ponce y Palmar eran las calles que delineaban el campo de batalla de aquella manzana inagotable. Igualmente nuestro pasatiempo preferido siempre fue el futbol . Me atrevo a decir que algun domingo jugue por mas de 12 horas al mencionado deporte. Solo la mirada acusadora de mi madre o el grito de mi padre ya metido con perro y todo dentro de las improvizadas canchitas que armabamos podian desprenderme del juego obligandome almorzar , meredar y cumplir con los deberes fisiologicos e higienicos que siempre se me antojaban inecesarios.




Es cierto, el futbol fue siempre nuestra pasion. Dos pares de chancletas , trapos , piedras o lo que fuere enfrentados entre si a distancias que variaban segun la cantidad del elenco presente determinaban el largo de la pista de baile. Vereda o calle o ambas, veredas y calle , como siempre segun la cantidad de jugadores presentes. Nuestras canchas incluian pozos , baldosas partidas , autos estacionados y un sinfin de obstaculos con los cuales nos partiamos el alma en disputa del balon . Pero eso no importaba, ganar la contienda era premio suficiente para justificar cualquier herida de guerra que luego mostrabamos a nuestras vecinitas amigas contando nuestras triunfos. Una rodilla sangrando, un corte con el paragolpe de un auto, algun labio partida por la furia del oponente frustrado, todo era motivo de largas charlas, risas y burlas. Entonces se ocultaba el sol y volviamos a nuestras casas para asi recuperar fuerzas para subsiguientes revanchas ludicas.




La calle tiene sus codigos y nuestros juegos callejeros no eran la excepcion. Si alguien llegaba descalzo a jugar al futbol todos nos decalzabamos para asi jugar en igualdad de condiciones. Si la mitad de los jugadores teniamos remeras del mismo color entonces las intercambiabamos para diferenciar lo equipos. Generalmente los blancos contra los multicolores o directamente lo desaropados jugando semidesnudos contra los blancos , negros y en ocasiones aquel gris americano (asi le llamabamos) que se habia puesto de moda. No faltaron unos Peñarol contra Nacional, entonces nos disputabamos al Agus que era de Danubio el pobre gracias o por culpa de su padre, pero jugaba muy bien y siempre era bienvenida su contratacion. Muy a mi pesar debo contarles que aquel Peñarol version callejera al igual que el otro , el mas famoso , el que ustedes seguramente conocen, tambien ganaba con frecuencia. Es que era realmente dificil vencer a los dos mellizos cuando se juntaban con Pablo Pelaez quien años despues llegara a jugar en inferiores del Manya . Yo era el clasico mediocampista numero 5 pero de los mas sanguinarios. Soñaba con futbol , para mi era cuestion de vida y muerte, pasarme a mi implicaba tener destreza con el balon y piernas para eludir todos mis intentos por derrumbar al oponente. Con los años me tranquilice y finalmente en otras canchas, en otros tiempos pude conocer a otras bestias con mas espalda que uno que supieron obligarme a cambiar mis estrategias de juego a fuerza de patadas sedantes, pero esas son otras historias que poco tienen que ver con la barra de amigos de infancia, La Barra de Campbell como nos haciamos llamar.



Los sabados eran los dias mas esperados ya que internacionizabamos la competencia futbolera jugando en el Parque Batlle (suelo neutral) contra nuestros mayores enemigos (enemigos dije , no oponentes) La barra de Los 20 de septiembre. Eramos basicamente 4 barras en constante competencia . Estaban Los de Palmar, Los de Arriba (es decir Campbell entre las calles Rivera y Palmar) , Los de 20 de Septiembre y nosotros los "autenticos lideres de Campbell " etiqueta de autobombo que siempre supimos vender y sin dudas consumir. Con el tiempo se sumaron al campeonato otras barritas , Los de Somme y Los de Ponce. Es que , como era logico a mediada que creciamos nuestros mundos se iban expandiendo y por aquel entonces en que yo ya era un adulto de 11 años mi mundo abarcaba unas 4 manzanas. Realmente nos sentiamos dueños de nuestra cuadra, y por conocimientos y viviencias seguramente teniamos bien ganado ese epiteto ya que ningun otro personaje dedicaba mas tiempo que nosotros en pulir aquellos suelos.



No todo era color de rosas, habia que defender los titulos futbolitsicos y defender la cuadra de posibles invasores que venian a hostigarnos y tratar de apoderarse de nuestra calle. Por eso dije que Los de 20 de Septiembre eran enemigos mas que oponentes . Tenian a Nico , el gordo encabezando el ataque , siempre acompañado por sus subditos Damian , El Enano, Rodrigo El Pelado y Maurucio mas conocido como Rizio. Venian a meter el peso, a desafiarnos, a sentarse en nuestros muros, nuestros cordones, a jugar al 25 en nuestros portones sabiendo perfectamente que asi violaban todo codigo de convivencia . Esos actos eran una declaracion de guerra que obligaban a levantar unos telefonos, pasar a buscar amigos a sus casas y recoger alguna piedra de tamaño considerable. El Gordo Nicolas no era ni mas fuerte ni mas grande que cualquiera de los Mellizos Saracho o quien les escribe pero definitivamente era mas violento e intimidante que nosotros. Tenia una historia familiar turbia que incluia a un padre que se mando a mudar y una madre que lo golpeaba en cada oportunidad. Al gordo no le quedaba otra que descargarse con sus pares y nosotros pareciamos ser los destinatarios preferidos. Sus animos expansionistas siempre se veian truncados ante la inferioridad numerica o la inutilidad de sus coterraneos que no acertaban ni medio golpe a la hora de los bifes. Aunque con algunos heridos en nuestras filas de alguna u otra forma siempre nos las ingeniamos para vencer al invasor y enviarlo con el orgullo cabizbajo a su pais de origen.


Las cosas se complicaron, el Gordo Nico enredo la situacion en realidad cuando se avecinaron las epocas navideñas, no sin antes dejar entreveer sus intenciones. Su abatido orgullo por las constantes derrotas se sumaron a las construcciones del supermercado Dumbo 3 justito frente a su casa . Se preguntaran que tiene que ver el supermercado con nosotros los casi infantos juveniles ? Simple, todo ese predio, ese valdio era el campo de entretenimiento de Los de 20 de Septiembre y sin el no eran nada ya que su calle era muy transitada por vehiculos en general y camiones en particular que imposibilitaban la practica de nuestro popular deporte. Ya sin estadio, los de 20 de Septiembre se volcaron a la delincuencia como unico medio de diversion. Y si señores, nos la tenian jurada y El Gordo cumplio. Unos dias antes de navidad dieron el primer aviso de lo que se vendria. Estabamos jugando en el jardin del frente de la casa de Carmen , la del taller de manualidades que no solo nos dejaba jugar en su jardin sino que nos permitia pintar con su propia pintura infinidad de dibujos sobre una de las paredes laterales de su casa. Alli estabamos , seguramente jugando al cuadrado, un juego de cartas que hoy en dia al recordar algunas de sus reglas pareceria ser una version sencilla del truco, similar al truco argentino quizas. El Gordo aparecio con los suyos montados en sus BMX seguramente afanadas a otros niños mas solitarios que nosotros y por lo tanto facil presas para el y los suyos. Supongo que habra ocurrido lo de siempre, algunos gritos, amenazas de ambos bandos y finalmente la novedad. El gordo tenia una bomba brasilera que no dudo en enceder y tirar contra nosotros un segundo antes de salir disparado con sus colegas ciclistas. Solo recuerdo con exactitud a Victoria y Pablito llorando apabullados por el estrunedo de la explosion que afortunadamente no daño mas que algunos timpanos y la sensibilidad de los presentes. Era un acto sin parangon y solo podia ser contestado con otro acto de igual envergadura. Nuestro lideres espirituales, El Tucan y Francisco sabios ancianos de 15 años, idearon una estrategia para nuestra venganza. Claro que ellos eran unicamente los ideologos y tambien proveedores de la materia prima, pero los ejecutantes y ejecutadores fuimos nosotros. Entre Navidad y fin de año El Tucan nos regala tres cañitas voladoras mientras nos explica como utilizarlas contras humanos con la unica y humilde pretencion de poder presenciar el contraataque. Asi fue como aprendimos a construir buscapies quebrandole la cola a la madera dejandola doblada para que al dispararla esta Zigzaguee en su trayectoria y el destinatario no pueda eludir facilmente el impacto. Creo haber mencionado que eramos infantos juveniles a esas alturas, de hecho ese termino era repertorio tipico de las madres y vecinas de la cuadra en sus incesantes gritos ante nuestras travesuras bien efectuadas pero no muy bien encubiertas.

Teniamos las armas necesarias, sabiamos como emboscar al enemigo y una extraña conjuncion de bronca y deseos de justicia que nos comprometia y justificaba nuestro accionar. Tucan , Felipe (uno de los mellis) y yo por una esquina. Alejandro, Pablo y German (el otro melli) por la otra esquina, ambos bandos comunuicados por intermedio de los walkies & talkies de Alejandro Reyes quien asi se gano el privilegio de formar parte de la mision . Carlitos (el gallego) Agus, Leonel, Luis, Salto y todas las soldaditas enroladas en nuestras filas no quicieron formar parte . Por miedo quizas y esas cuestiones morales de las cuales mis compañeros de peloton y yo no entendiamos mucho. Para nosotros la cosas era mucho mas simples, sin dilemas, si te pegan devolves el golpe y punto.

Llegamos a ambas esquinas, las fronteras de Los de 20 de Septiembre y como era sabido ahi se encontraba el enemigo , al menos varios de ellos . El Gordo Nico no estaba , pero si sus compañeros jugando en el porton naranja del taller mecanico, supongo que era domingo ya que de lo contrario el taller estaria abierto . Sin el Gordo presente la operacion se tornaba mas sencilla, era evidente que El Pelado, Damian , Rizio y un par mas no contraatacarian. Pablo y Los Mellis dispararon las cañitas a una unos 20 metros de distancia, luego de que yo le diera la señal a Ale que se encontraba con los demas escondidos tras un fusca estacionado a pocos metros del lugar. Saltamos de nuestros escondites ante asombro tanto de ellos como de algunos peatones accidentales que pasaban por el lugar. No recuedo donde fueron a parar los otros proyectiles pero se muy bien que uno de ellos impacto sobre Damian. La version oficial siempre fue que esa cañita habia sido la que disparo Felipe , pero nunca quedo realmente claro. Mucha confusion , gritos tanto de Los de 20 de Septiembre como de los vecinos . Era tiempo de correr lo mas rapido posible y afortunadamente nadie nos siguio. Aunque les cueste creerlo , nosotros sabiamos que una cañita voladora no podria herir gravemente a alguien, a menos que este alguien sea tan desaforunado de abrir la boca un segundo antes de que la caña penetre su mal aliento y explote dentro de la garganta o algun infortunio poco probable de trascenedencias similares. Esto no paso, la cañita en cuestion solo pego en el muslo izquierdo de Damian que corria en esos momentos para salvarse y detono en el lugar tras el rebote.

Si ustedes creen ahora que nosotros somos los malos de la pelicula deben reparar en el contragolpe de ellos. Estabamos en guerra y de las mas cobardes ya que se buscaba arremeter sorpresivamente para luego huir esperando encontrar otros momentos en los cuales repetir el ejercicio. Eso de que en la guerra todo vale lo aprendi en esas epocas pero afortunadamente lo olvide años despues.

Llego fin de año , nosotros pendientes , con los ojos bien abiertos esperando lo peor. Todo se mantenia en silencio , los hechos antes narrados , las puteadas de algunas mujeres de la barra que lamentablemente se habian enterado de todo. Vistas las reacciones de ellas , habiamos hecho un juramento entre algunos que de ahi en adelante no les contariamos nada vinculado y el silencio reinaria una vez mas ya que estas cosas no debian llegar a oidos de nuestros padres jamas. Yo siempre tuve muy claro que ellas disfrutaban de nuestros contraataques ya que con ellos tambien vengabamos sus ansias y broncas revanchistas, que las tenian al igual que nosotoros. El problema era que tenian mas miedo de caer en manos de los de 20 de Septiembre. En cambio nosotros los hombrecitos de Campbell de alguna manera manteniamos un balance entre miedo y bronca que no nos paralizaba aun.

Andabamos con los bolsillo repletos de traques y bombas brasileras y algun osado de los nuestros incluso tenia alguna bomba española que eran como las brazileras pero con el doble de tamaño que estas y eran dificiles de conseguir porque en el kiosko de Brillida no las vendian. Asi estuvimos unos dias, hasta que llego la noche del 31.

Como siempre saliamos luego de la cena a tirar cohetes, prender volcanes y admirar el cielo que se cubria de luces o no, siempre en directa relacion con la economia del momento. Padres , hijos , primos todo el vecindario reunido y sonriente. Esos momentos de congregacion solo se equiparaban con las noches de caceroleadas en donde tambien se reunia todo el barrio en un solo compaz a reclamar contra el gobierno de turno y nosotros los niños aprovechabamos para destruir cuanta olla y cubierto sea posible con el increible consentimiento de los adultos.

Alli estabamos todos, adultos y niños riendo entre turrones, cohetes y botellas de sidra. Paso seguramente una hora y lentamente los adulto y niños fuimos volviendo a nuestros hogares. Mi casa tenia una ventaja , se encontraba en la mejor ubicacion de la cuadra junto a la casa del Agus, en frente de la de Veronica y Pablito, arriba de la de Carla , Laura y donde siempre jugabamos. En otras palabras , siempre me las ingeniaba para convencer a mis padres de que me dejen quedarme hasta mas tarde, total si estaba en la puerta de casa que problema podia tener. Asi que nos quedamos hasta mas tarde con los Mellis y algunos otros que tenian padres tan o mas permisivos que los mios. En eso aparecio nuestro archienemigo El Gordo Nicolas con sus secuaces y con ellos un bollon de vidrio. Supongo que se estaran imaginando lo que paso y no se equivocan.

Bomba brasilera en mano del gordo, posterior encendida de la misma , rapida introduccion dentro del bollon y recubrimiento del mismo pero ....pero el grodo se asuto de su propio delirio y titubeo un segundo antes de arrojarlo. Para ese entonces todos nosotros corriamos despavoridos, cuando digo todos me refiero a todos incluso Los de 20 de Septiembre. Finalmente El Gordo arrojo el bollon el cual exploto por los aires dejando escarchas de vidrio por toda la zona. Todos habiamos experimentado con bollones de vidrio pero en zonas alejandas de la civilizacion, como el Parque Batlle o los patios traceros del hospital Pereira Rosell ni en nuestros pensamiento mas perversos se nos habia ocurrido la posibilidad de usarlos contra personas. El Gordo evidentemente no sentia lo mismo. Eramos pocos , estabamos asustados y solo atinamos a correr hacia Palmar y refugiarnos en la casa de Los Saracho. Nuestras caras nos delataron, Eloisa la madre de German y Felipe(Los Mellis) inmediatamente nos pregunto que estaba pasando. Y bueno , que ibamos a hacer , esto se habia ido de nuestras manos asi que rompimos el silencio y contamos lo sucedido dejando en claro que nosotros no entendiamos porque El Gordo y los suyos habian hecho aquello. Y asi fue como salimos en compañia de Eloisa y Chechi el tio de Los Melli camino a Campbell para ver lo ocurrido. Algunos vecinos se habian reunido en la zona pero afortunadamente nadie habia salido herido. Sin embargo Bebe el abuelo de la familia Cuñeo sostenia un pedazo de vidrio que aseguraba haber encontrado en el balcon de su casa luego de salir a ver que pasaba con tanto grito y aquella explosion con su inmediato estallido de cristales. Entre esa noche y la mañana siguiente los padres asumieron el mando y fueron a hablar con los padres del Gordo y su pandilla no sin antes ocuparse de nosotros. De alguna forma entre castigos y gritos las cosas se calmaron por un tiempo pero nosotros sabiamos muy bien que este no era el final sino unicamente el respiro profundo antes de otras zambullidas.

Como les decia, los animos se calmaron por un tiempo pero era pleno verano y por ende vacaciones y fue justamente entonces cuando el reinado de La Barra de Campbell mas tambaleo pero esas son otras historias que contare mas adelante. Espero no haberlos aburrido en caso contrario no me lo hagan saber . No quiero verme obligado a tener que ajusticiarlos con Coquiteras, Ondas, Puscapies, Bombas Gallegas, Chumberas, Cuchillos y demas armamentos de mi hermosa infancia.

To be continued ...